Es probablemente la pregunta más desconcertante, profunda, difícil, emocionante e interesantes que nos podemos hacer.
Es la pregunta más difícil porque tiene miles de respuestas, y más. Sólo hacer la pregunta nos trae inquietud y ansiedad. Sentimos que es una pregunta relevante pero algo en nosotros rechaza pensarla y se quiere distanciar de la respuesta que de todos modos anhelamos. Es algo tan básico que incomoda no tener una respuesta preparada y clara. Pero cualquier explicación apresurada nos deja insatisfechos.
La actividad que realizamos de plasmar nuestra personalidad y nuestros gustos me agrado demasiado porque ayudo a saber que tanto nos conocemos, a volar con nuestra creatividad para poder realizar el trabajo, cómo hacerlo y que poner.
Lo que principalmente hice fue tratar de reflejarme a mí mismo con la intención de que cuando lo viera, preguntarme si acaso ese soy yo.
Cuando lo presente en mi casa, tuve diferentes reacciones por parte de mi familia; mi madre alabó con simpatía diciéndome que era un artista pero que le había faltado que le pusiera: enojón, gruñón, desesperado, etc. Mi hermana lo reviso detalladamente, asombrándose por cada uno de los detalles que perfeccione a la hora de realizarlo, me dijo que estaba bonito y que quería que le ayudara a hacer uno igual. Mis abuelos y mis tíos me dijeron que estaba bien. En el transcurso de la semana cada uno de mis tíos me hablo de lo que puse en el cartel, como un tema de interés y esto sucedió (yo pienso) porque no tengo mucho contacto con ellos.
Puedo decir que la actividad me agrado demasiado y ayudo que me acercase un poco más a mi familia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario